Este gobierno con toda su quincalla revolucionaria llegó a su final. Ningún trabajador que en 1998 ganaba 500 dólares al mes defenderá esta “revolución” para ganar ahora 3 dólares mensuales. Los frutos son de muerte y el pueblo agradecería a Maduro su pronta renuncia y la negociación para una salida ordenada y con daños controlados. Hoy los rumores llenan el vacío político. La desesperación es mala consejera y puede llevar a desear cualquier aventura golpista sin pensar en las condiciones indispensables para el éxito en la reconciliación y reconstrucción del país. Considero importante recordar y meditar sobre los errores de apoyo al golpismo hace 26 años para evitar nuevas tragedias.
El 15 de febrero de 1992, pocos días después del fallido y sangriento golpe militar, escribimos un artículo “El golpe y las lecciones no aprendidas”, celebrando su fracaso y comentando los sentimientos contradictorios de buena parte de la población…